La casa Angawi, también conocida como la mansión Al-Makkiyah, es la casa de un famoso arquitecto saudí llamado Sami Angawi.
La casa es espectacular y no hay rincón que no merezca hacerle una foto. Si tenéis la oportunidad, os recomiendo que la visitéis. Para ello tenéis que organizar la visita con el dueño, Sami Angawi, ya que es su casa. Si vais en grupo mejor, pues os dará un tour, os contará un montón de historias y veréis las fotos de cuando el expresidente estadounidense Jimmy Carter fue a visitarle.
En ella, Sami Angawi, ha mezclado la arquitectura hejazi tradicional, cómo se puede ver en las casas de la parte antigua de Jeddah (Al-Balad), y la arquitectura moderna. La casa está hecha de granito, piedra de coral del mar Rojo y arenisca del desierto.
El sistema de ventilación está diseñado de tal manera que la casa es más ancha en la parte que da al norte que en la que da al sur, para que así entre el viento del norte en todas las habitaciones.
La mayoría de las ventanas son miradores de madera que se llaman roshan, en plural rawashin. Una palabra que viene del persa y que significa una ventana elevada que deja entrar abundante luz. Y la parte de agujeritos con diseños árabes, son las mashrabiyas, es decir, celosías. Aparte de preservar la privacidad, aíslan del calor y permiten que la luz entre en toda la casa.
El sistema de ventilación está diseñado de tal manera que la casa es más ancha en la parte que da al norte que en la que da al sur, para que así entre el viento del norte en todas las habitaciones.
La mayoría de las ventanas son miradores de madera que se llaman roshan, en plural rawashin. Una palabra que viene del persa y que significa una ventana elevada que deja entrar abundante luz. Y la parte de agujeritos con diseños árabes, son las mashrabiyas, es decir, celosías. Aparte de preservar la privacidad, aíslan del calor y permiten que la luz entre en toda la casa.
Estas son algunas fotos de la casa
Y por qué no hacer un patio interior con una piscina cuyo fondo sea una alfombra persa. Una pena que cuando fui estaba vacía.
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| Sami Angawi contándonos la historia de la casa |
La verdad es que no hay rincón de la casa al que no le quieras hacer una foto.
Aquí están las coordenadas para llegar, pero hay que pedir cita antes.
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