jueves, 17 de abril de 2014

KAUST: Mi trabajo, mi casa y mis amigos

King Abdullah University of Science and Technology o lo que es lo mismo, Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá, fue inaugurada en 2009 y su primera promoción salió en 2010. Es una universidad mixta de estudios de postgrado (máster y doctorado) e investigación, y los estudiantes son de todas las nacionalidades. Está situada a orillas del mar Rojo, cerca de un pequeño pueblo pesquero llamado Thuwal, a una hora en coche de Jeddah (la segunda ciudad más importante de Arabia Saudí) y a tres horas por carretera de la Meca.


Aquí trabajamos y vivimos más de 5.000 personas, entre estudiantes, profesores y empleados.  Es un recinto cerrado de 36 km² y dentro la vida es casi-occidental.

Lo más importante es que las mujeres no tenemos que ponernos la abaya para salir de casa. En la zona de las oficinas y edificios de la universidad tenemos que ir con partes de arriba con mangas (puede ser corta) y las faldas no más altas de la rodilla, en el resto del campus podemos ponernos tirantes y minifaldas. Y otra de las diferencias más importantes con la vida fuera es que aquí las mujeres pueden conducir y si no tienen carnet se les dan clases.

En el campus hay restaurantes, supermercados con productos de distintos países (la mayoría americanos), club de golf, club náutico en dónde puedes hacer todo tipo de deportes (windsurf, kitesurf, vela, etc.), dos gimnasios, pero con dos zonas separadas una para mujeres y otra para hombres, tres piscinas (una de ellas solo para mujeres) y dos playas aunque solo en una de ellas está permitido bañarse. A la playa y la piscina en un principio solo se podía ir de bañador de una pieza, pero no se les ocurrió pensar que los trikinis también son bañadores de una pieza y algunas veces más sugerentes que los de dos, así que se decidió que si se podía llevar bikini (¡menos mal!). (Corrijo, después de un año aquí, han vuelto a prohibir el uso de bikinis en la piscina. La playa es el único sitio en el que podemos llevarlos). La única que pega es que todo tiene horario, incluso la playa que cierra a las 6 (a las 7 ya es de noche).


Los restaurantes no son excesivamente caros, en el japonés que es el más caro la cena te puede salir por 40 euros y en el restaurante de la universidad el menú cuesta 3,20 euros (ensalada, sopa, primer plato, postre, pan y bebida).

Pero no hay bares ni discotecas, ya que no está permitido el alcohol ni bailar en público, así que los expatriados organizan las fiestas en sus casas. Las mujeres saudíes también suelen organizar fiestas en casas, pero solo para mujeres, se ponen sus mejores galas y contratan un DJ (mujer).

Para moverte dentro del campus hay autobuses gratuitos, pero también puedes llamar a un taxi o comprar un coche (prácticamente todos son automáticos), una scooter, un boogie, un cochecito de golf o una bici y cuando te vayas lo vendes.





Y por supuesto que también hay varias mezquitas, la principal es la más bonita y es el único sitio en el campus en el que para entrar hay que ponerse la abaya. Se llama al rezo cinco veces al día, pero desde casa no lo oyes y a no ser que estés muy cerca de una mezquita tampoco.

La gente que vive en KAUST es de 99 nacionalidades distintas, así que cuando estás en la oficina y subes en el ascensor a veces oyes francés, a veces alemán, filipino, árabe, inglés o cualquier otro idioma. Al menos un 30% de los trabajadores en la oficina son saudíes que hablan inglés perfectamente y verles por los pasillos con su thawb blanco y su shumagh da un aire de paz a la oficina, además son gente muy tranquila y su manera de hablar es muy agradable. Alguna de las mujeres van totalmente tapadas (salvo los ojos) así que la primera vez que tuve una reunión y una de las mujeres iba así me chocó mucho, pero ¡todo es cuestión de acostumbrarse!

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