Durante este mes, los musulmanes tienen que centrarse en sus oraciones y ayunar desde que se pone el sol hasta que se oculta, y en KAUST su horario de trabajo es de 8:00 a 14:00. Para los que no somos musulmanes nuestro horario de trabajo es el mismo, de 8:00 a 17:00 (¡una injusticia!), y no podemos comer, beber ni fumar en público, es decir, que las terrazas de los restaurantes estarán cerradas y muchos de ellos cerrarán completamente. Ya que cuando se pone el sol ya se puede comer, los restaurantes están abiertos hasta muy tarde.
Otra de las costumbres durante el Ramadán es comprar ropa nueva, que estrenarán al terminar el mes, así que las tiendas abren hasta las dos de la madrugada y hay unas buenas rebajas.
El final del Ramadán se celebra con una semana de vacaciones en todo el país que se llama Eid-al-Fitr, a partir de esta semana se termina el ayuno, se estrena ropa nueva, los niños reciben regalos y las familias organizan unas buenas comilonas.
Unos días antes del Ramadán, KAUST se ha decorado para la ocasión y hemos tenido un mercadillo artesanal árabe durante un par de días.
Esta foto es muy graciosa, ya que el señor del puesto me debió ver exótica, por eso del pelo rubio, y pidió a los fotógrafos saudis que me hicieran fotos en distintas poses: pagándole unas compras, con un sombrero de paja, cosiendo unas botas, etc., y ya cuando me pidió que me sentase en el suelo para hacer como que hacía un cesto le dije “khalas” (se pronuncia “jalás”) y significa algo así como decir “se acabó” o “¡hasta luego Lucas!”
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