sábado, 18 de marzo de 2017

Mada'in Saleh: El viaje que hay que hacer sí o sí

Si vives en Arabia Saudí, es visita obligada ir a Mada'in Saleh que está en Al-Ula, en la provincia de Medina.
En Mada'in Saleh hay más de 130 tumbas con sus fachadas talladas en la piedra























Yo fui con unos amigos en coche desde KAUST, nos llevó unas seis horas llegar, durante las que en vez de vacas cruzando la carretera te encuentras camellos y algún que otro medio de transporte poco convencional. KAUST organiza viajes en autobús y también se puede ir en avión. Y muy importante, hay que pedir un permiso especial a la Saudi Commission for Tourism and Antiquities.


Mada'in Saleh fue declarado en 2008 patrimonio de la humanidad por la UNESCO y lo bueno es que, ya que Arabia Saudí no da visados de turismo, no hay turistas, salvo tu grupo y un par familias saudís que te puedas encontrar allí, así que te puedes hacer fotos sin 20 personas detrás ni te da nadie la lata para que compres souvenirs.


Mada'in Saleh (llamada antiguamente Hegra) era la ciudad comercial más importante de los nabateos, un pueblo árabe que reinaron, desde el siglo IV a.C al I d.C, en los territorios que están entre Siria y el norte de la península arábiga, y que tenían su capital en la famosa Petra.

Los nabateos eran nómadas que vivían en caravanas, controlaban la ruta de las especias y comerciaban principalmente con mirra, olíbano (el incienso que llevaron los Reyes Magos al niño Jesús), bálsamo y otras especias.

Lo que más les caracterizaba era su arquitectura, excavaban templos y tumbas en las rocas y luego les esculpían fachadas espectaculares.


Hubo nueve reyes y el último, Rabel II Soter, murió en el año 106 d.C. que es cuando fueron anexionados al imperio romano durante el reinado del emperador Trajano, convirtiéndose en Arabia Petraea.



Mada'in Saleh significa ¨La ciudad de Saleh¨ y su origen está una historia contada en el Corán, la del profeta Saleh. Según esta historia, antes de los nabateos y 1000 años antes de Cristo, la ciudad se llamaba Al-Hijr y allí habitaban los tamudeos.

La leyenda cuenta que con la llegada de la civilización los tamudeos se volvieron materialistas, arrogantes, dejaron de adorar a Dios y empezaron a practicar la idolatría. Entonces Dios envío a su profeta Saleh para advertirles del inminente castigo que les enviaría si no expiaban sus pecados, pero ellos no le creyeron, y le pidieron que obrase un milagro para demostrar que era un profeta de Dios. Saleh les dijo que mirasen a su alrededor y recordasen todos los milagros que Dios ya les había concedido, como los palacios, castillos y su superioridad frente a otros pueblos vecinos. También les recordó a sus antepasados, la tribu de los aditas a la que Dios castigó y destruyó por sus pecados.*

Aun así, los más ricos no le escucharon, se burlaron de él y le siguieron pidiendo un milagro para probar que Dios era único y poderoso, le pidieron que hiciera aparecer un camello hembra. 

Saleh les preguntó que si con este milagro creerían en su mensaje, y ellos contestaron que sí y juntos rezaron para que ocurriese. Entonces un enorme camello hembra, preñada de 10 meses, apareció de entre las rocas para proveerles sustento con su leche inagotable.

Sin embargo, al poco tiempo muchos empezaron a protestar de que el camello bebía demasiada agua y asustaba al resto del ganado, y el profeta, temiendo que lo hirieran, les advirtió de la tormenta que les caería encima si le hacían daño, pero estos no le escucharon y lo mataron disparándole una flecha y clavándole una espada.

Entonces Dios les concedió tres días para arrepentirse, pero no fue así, y Saleh y sus pocos seguidores dejaron la ciudad con sus pertenencias. La noche del tercer día el cielo se llenó de truenos y relámpagos, y un terremoto enterró la ciudad y a sus habitantes. 

* La historia de la destrucción de la ciudad de los aditas fue muy parecida: A'ad era el tataranieto de Noé, tuvo 1000 mujeres, 4000 hijos y vivió 1200 años. Sus descendientes eran conocidos como los aditas y fueron los primeros pobladores de la península arábiga. Los A'ad, como los tamudeos más tarde, se desviaron del camino recto y Dios envió a su profeta Hud para advertirles, pero estos no hicieron caso, entonces Dios mandó un meteorito que levantó una tormenta de arena y enterró su ciudad Ubar y a sus habitantes. Lorenzo de Arabia la llamó la Atlántida de las Arenas, en el Corán se la conoce como la Ciudad de las Columnas y en Las mil y una noches se le dedica un cuento “La Ciudad de Bronce”. Esta ciudad fue descubierta en 1992 por satélites de la NASA en el Empty Quarter que es el desierto más grande del mundo, pero esa es otra historia.

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